miércoles, 30 de enero de 2008

Locas #3

Sin duda mi gran descubrimiento tebeístico del último año ha sido el Locas de Jaime Hernández, recopilado por La Cúpula en tres económicos tomos.

El primero, aunque sobrado de buenos momentos, es el más vacilante: un cómic de romance y aventuras con “algo más”… Pero en el segundo tomo, ese “algo más” pasa a ser el único argumento: las relaciones entre Maggie, Hopey y el resto de personajes, cómo afrontan sus problemas y aprenden (o lo intentan, como todos) a desenvolverse en el mundo. Y es que uno de los puntales de la serie es la construcción de personajes creíbles y muy humanos, incluso cuando se ven envueltos en tramas fantásticas. Otro es, por supuesto, el extraordinario dibujo de Jaime, un maestro del blanco y negro, y en especial de las expresiones faciales.

En este último volumen se reúnen las historias publicadas desde el año 90 al 96 en Love & Rockets. Ha pasado el tiempo, y nos encontramos a una Maggie más madura que intenta hacer borrón y cuenta nueva con su vida, pero no le será fácil… Mientras, alguien ha hecho aparecer una foto de Hopey en los cartones de zumo (en los USA se difunde así la cara de las personas desaparecidas).

Por ponerle un pero a esta deliciosa obra, en ocasiones su narrativa se me hace algo confusa, quizá debido a la abundancia de elipsis, aunque éstas forman parte del estilo del autor. Además, ésta es sólo la primera impresión de una lectura apresurada, y Locas (al igual que Palomar, del otro hermano Hernández) es un tebeo para releer (y varias veces).


viernes, 25 de enero de 2008

by Vázquez

En noviembre de 2005 y dentro del VI Encuentro del Cómic y la Ilustración de Sevilla, se dedicaron a la memoria del gran Manuel “by” Vázquez una exposición y una charla, a las que tuve el gusto de asistir: en la charla hablaron Joan Navarro, Alejandro V. Casasola (director del Salón del Cómic de Granada) y Manolito Vázquez, uno de los hijos del maestro. Les bastó con echar mano de sus recuerdos junto a Vázquez para hacernos pasar a los asistentes un rato divertido, como no podía ser de otra forma, pero también emotivo, en el que fueron desgranando anécdotas y repasando la extensa trayectoria del autor.

… y la exposición dio lugar a este catálogo que ahora ha caído en mis manos, un repaso a la carrera de Vázquez a través de las páginas de sus personajes, desde los más clásicos en Bruguera: las hermanas Gilda, Anacleto, la abuelita Paz… hasta sus últimas páginas, más “adultas”: las firmadas como “Sappo”, algunas tiras de prensa… y, por supuesto, su mejor creación: él mismo, Vázquez el moroso, el binguero, el seductor y gran artista. El tío Vázquez.

Sus cien páginas saben a poco y sólo dan una pequeña muestra de su enorme talento, pero el libro está editado con primor y es una pena que no se venda en librerías (creo), por lo que habrá que esperar a que de una vez por todas alguien se tome en serio la tarea de recuperar -en condiciones- a los clásicos del tebeo español.

Como curiosidad, en la exposición se incluyeron dos falsos originales de páginas de Anacleto falsificadas por el propio Vázquez, que dan fe de los apuros económicos por los que tuvo que pasar, y de su proverbial picaresca. Inimitable.

miércoles, 23 de enero de 2008

Una acotación


La moza, con los ojos brillantes y los pechos fuera del justillo, se incorpora quitándose un zapato que arroja al candil. En la sombra de la chimenea el gato, tiznado de ceniza, maúlla y enarca el lomo, mientras el candil se columpia y se apaga esparciendo un olor de pavesa. Los maullidos del gato continúan en la oscuridad, y acompañan el hervir del agua y el voltear del cuerpo que cuece en el caldero, asomando unas veces la calavera aún recubierta por la piel, y otras una mano de momia negruzca y engarabitada.

Ramón del Valle-Inclán, Águila de blasón

martes, 22 de enero de 2008

Águila de blasón

En el mismo número de Babelia en el que se publicó Ciao, Verona, el cuento inédito de Julio Cortázar del que ya os hablé, se incluían también fotos y artículos sobre el escritor de Banfield. En uno de ellos se hablaba de su biblioteca, y de la costumbre que tenía de customizar sus libros, dibujándolos o anotándolos; uno de estos libros era Águila de blasón, en el que Cortázar apuntó: “Enorme y triste parodia. Ni comedia, ni bárbara”. Se produce una curiosa sensación cuando alguien que admiras critica algo que te gusta (aunque en este caso “enorme y triste parodia” podría no ser peyorativo, le va bien a lo esperpéntico de la obra): es verdad que Águila de blasón es más floja que Cara de plata (escrita quince años después), y que tiene poco de comedia, pero a mí me cautiva, como todo lo que llevo leído de Don Ramón del Valle-Inclán.

Quizá sea porque siento cercanos esos paisajes gallegos que Valle conoció tan bien, y a los que consigue dotar de una poderosa mitología en la que abundan milenarias piedras celtas, sórdidos cementerios, sucias tabernas… es un universo mágico que el autor recrea a la perfección, poniendo especial atención en el lenguaje, que tiene una fuerza tan arrolladora como la de los sentimientos que dominan a los personajes.

Han pasado ciento un años desde su publicación, y algunas de sus formas pueden haber perdido vigencia, o parecer ingenuas al lector actual, pero hay que recordar que hasta ese momento nadie había ido tan lejos en la literatura española. Para mí, al menos, conserva su frescura y su modernidad. Hasta dan ganas de leer algunos párrafos en voz alta…

jueves, 17 de enero de 2008

99 ejercicios de estilo

Cuando fui a la biblioteca a devolver La Perdida, de Jessica Abel, me llevé este 99 ejercicios de estilo, de Matt Madden, sin saber que ambos autores son pareja “en la vida real”… Superado el emotivo momento, me he encontrado con un tebeo muy interesante, inspirado en Exercices de style (1947), un libro en el que el escritor francés Raymond Queneau proponía la variación de estilos literarios sobre una misma historia.

Madden traslada el experimento a los cómics: a partir de una página “modelo”, dibujada y narrada de forma “convencional”, se suceden 98 variantes: narración subjetiva, estilo manga, superhéroes, en una sola viñeta, en treinta viñetas, al estilo Kirby, al estilo Herriman…

Aunque seguro que ayuda, no es necesario ser un entendido en tebeos para disfrutar de la obra, que además incluye un glosario de términos “difíciles”.

lunes, 14 de enero de 2008

Éramos tan jóvenes (6): Os novos

Mítica serie en la que un hippie, un punk, un anarquista y un vividor compartían piso y locuras en el Londres de los ochenta. Creo que ha salido en DVD con su doblaje al gallego, catalán y euskara, ya que sólo la emitieron en su momento los canales autonómicos, y se ve que la gente lo ha pedido en estos idiomas, como ya sucedió con Dragon Ball. Yo sólo he conseguido la intro en inglés:



… pero creo que la gallega volvió a darla hace poco (¿finales de 2006?):



Uno de los alicientes de la serie eran las actuaciones de bandas en directo, os dejo con el Ace of Spades de Motörhead:


viernes, 11 de enero de 2008

Death Note

Un shinigami, o “dios de la muerte” japonés, deja caer a la Tierra un “Cuaderno de Muerte”. Basta con tener en mente la cara de alguien, escribir su nombre en el cuaderno, y al poco rato morirá. Pueden incluso especificarse las causas de la muerte.

Light, un joven y brillante estudiante, encuentra el “Death Note”, y al darse cuenta de su poder no duda en usarlo para liquidar a todos los criminales de que es capaz. Por supuesto, la policía no tarda en perseguir al asesino de asesinos, recurriendo a su mejor detective, el misterioso L.

Me he leído el primer tomo de esta serie, un shônen manga de gran éxito, y el resto me lo han dejado en anime. Aunque el manga es muy adictivo, no sé cuantos capítulos aguantaré de la serie animada, me está resultando algo lenta.

Los autores son Takeshi Obata al dibujo y Tsugumi Ohba al guión, dos mangakas peculiares: al primero lo detuvieron por llevar un cuchillo de grandes dimensiones en el coche; en cuanto a Ohba, es un seudónimo del desconocido guionista; o desconocida, ya que hay indicios de que puede tratarse de una mujer.

Es imposible no fantasear con la idea de ser el poseedor del Death Note: no sé si sería capaz de matar a nadie, de tener oportunidad. Pero si tuviera un buen “Paliza Note”, seguro que se quedaba corto de páginas…

martes, 8 de enero de 2008

Cómo convertirse en un hijo de puta

Mauro Entrialgo es un artista que ha tocado casi todos los palos, como podéis ver en su web: cómic, ilustración, teatro, música (con su grupo Esteban Light), cine (escribió a medias con Jorge Iglesias el guión de Gente Pez, una peli que prometía mucho pero que se quedó en un producto mediocre)…

En este álbum retoma a su personaje más cabrón, Herminio Bolaextra (el reportero con tres huevos), y nos ofrece una completa guía para convertirnos en unos auténticos hijos de puta como él: bromas pesadas, respuestas hirientes, insultos, y un sinfín de trucos para molestar y ofender al prójimo, en la forma de un “Manual de los Jóvenes Castores”... si los Jóvenes Castores fueran unos grandísimos hijos de puta.


Herminio nació en 1987 en las páginas del TMEO, y para esta ocasión han colaborado con Mauro otros dos habituales de la revista vasca: Ata y Santi Orue. Entre los tres no dejan títere con cabeza: se ríen de todo y de todos, demostrando ser unos agudos observadores de la patética sociedad que nos rodea, y llenando de chistes cada rincón de la página. Risas garantizadas.

viernes, 4 de enero de 2008

¿Le parece poco?

“¿Y no le da pena que su poesía no la pueda leer nadie?” “Eso es precisamente lo que busco.” “¿Entonces?” Bastida hizo un esfuerzo como si fuera a confesar un crimen. “Lo que digo en mis versos es de mi exclusiva incumbencia. No le importa a nadie y encuentro ofensivo para los demás proponerles su lectura.” “Además de los versos, hay otras cosas que considera suyas, o al menos eso me dio a entender. ¿Cuáles son?” “Pues, mire, señor: las estrellas, las piernas bonitas de las muchachas que pasan y mientras pasan, el dolor de los hombres, mi propia esperanza y algún que otro juego de palabras.” “¿Nada más?” “¿Le parece poco?”

Gonzalo Torrente Ballester, La saga/fuga de J. B.

jueves, 3 de enero de 2008

La saga/fuga de J. B.

La historia de los J. B. se ha repetido cíclicamente durante más de mil años en Castroforte del Baralla. Su última encarnación podría ser Jesualdo Bendaña, o bien Jacinto Barallobre, ambos descendientes de ilustres familias tradicionalmente enfrentadas. Pero también podría ser José Bastida, “un desgraciado” en sus propias palabras, que sin embargo participó en el renacimiento de la Tabla Redonda junto a destacados miembros de la sociedad castrofortina, a imagen y semejanza de la Tabla Redonda original del siglo XIX, que se reunía en el Café Suizo y que se disolvió antes de la guerra, después de haber declarado a Castroforte “cantón independiente”…

Me confieso incapaz de resumir en pocas palabras el enrevesado argumento de esta magnífica novela, desbordante de imaginación, digresiones, interpolaciones, saltos temporales, enfrentamientos entre ciencia, magia y religión, y un sinfín de hallazgos literarios que han motivado comparaciones con Rayuela, o incluso con el Ulises de Joyce. Personalmente, me gustaría leer algún estudio que pusiera en relación el libro con películas de Berlanga y afines, pelis corales como Amanece que no es poco y otras de los 70 y 80’s. Quizá sea una tontería, pero yo he pensado en ello mientras lo leía.

Hará cosa de cuatro o cinco años se reunieron en Pontevedra José Saramago, Manuel Rivas y otros que no recuerdo, para hablar de Gonzalo Torrente Ballester y de La saga/fuga de J. B. Defendían que el imaginario pueblo gallego en el cual se desarrolla la novela, Castroforte del Baralla, se corresponde con Pontevedra, ciudad que Torrente conocía muy bien (una de las dedicatorias es “para mis amigos de Pontevedra y Marín”). Yo me perdí dicho coloquio, me enteré al día siguiente por un artículo en el periódico (recuerdo que el periodista comentaba la buena impresión que le habían causado a Saramago las mozas pontevedresas), pero fue suficiente para despertar mi curiosidad por el libro.

Después de leerlo, estoy de acuerdo en que Castroforte está inspirada, al menos parcialmente, en Pontevedra, y me bastan unos pocos ejemplos: una pequeña ciudad provinciana, repleta de funcionarios (los “godos”), con dos ríos, fundada presuntamente por los griegos, enfrentada a la ciudad vecina Villasanta de la Estrella (a.k.a. Vigo)… el loro del boticario (de Perfecto Feijoo a Perfecto Reboiras en la novela), la basílica financiada por el gremio de mareantes…

La Tabla Redonda
puede estar inspirada en las tertulias pseudo-literarias que existían a finales del siglo XIX, que dieron esplendor a los carnavales de Pontevedra inventándose al Rey Urco en 1877, o que se sacaron de la manga la fundación de la ciudad por el mítico Teucro (un héroe de la Ilíada): “Fundote Teucro valiente…”, como se puede leer en la fachada del Ayuntamiento (gracias por la foto, Dinintel). Para saber más recomiendo leer De mi viejo carnet, de Prudencio Landín Tobío, editado por la Diputación.

Pero me estoy yendo por las ramas. La saga/fuga de J. B., aunque divertidísimo, no es una lectura fácil (texto corrido sin puntos y aparte, constantes desvíos en la acción…), y debido a su abundancia en hechos y personajes recomiendo tener a mano lápiz y papel para anotar; yo no lo hice y tuve que volver atrás en la lectura un par de veces para enterarme. Está de más que diga que el esfuerzo vale muchísimo la pena, pero si queréis contrastar mi opinión, os ofrezco la del anónimo censor al que le tocó revisar la obra antes de su publicación:

«De todos los disparates que el lector que suscribe ha leído en este mundo, éste es el peor. Totalmente imposible de entender, la acción pasa en un pueblo imaginario, Castroforte del Baralla, donde hay lampreas, un cuerpo Santo que apareció en el agua, y una serie de locos que dicen muchos disparates. De cuando en cuando, alguna cosa sexual, casi siempre tan disparatada como el resto, y alguna palabrota para seguir la actual corriente literaria.

Este libro no merece ni la denegación ni la aprobación. La denegación no encontraría justificación, y la aprobación sería demasiado honor para tanto cretinismo e insensatez. Se propone se aplique el SILENCIO ADMINISTRATIVO.»