jueves, 21 de junio de 2007

El almanaque de mi padre

Yoichi, que vive y trabaja en Tokio, debe volver a su pueblo natal para asistir al funeral de su padre, del que se había distanciado años atrás y del que guarda pocos y distorsionados recuerdos. Durante el velatorio, a través de la perspectiva de familiares y amigos, Yoichi repasa su propia historia y la de su familia, reinterpretando el pasado con ojos de adulto, y finalmente comprendiendo mejor los motivos de sus mayores, dándose cuenta de muchas cosas, como suele pasar, cuando ya es demasiado tarde.

El pueblo en que se desarrolla la acción, Tottori, es también el pueblo natal del autor, Jiro Taniguchi, que se ha servido de sus recuerdos para plasmar el Japón rural de los años 50 y las familias que lo habitaron, unas familias que no difieren mucho de las occidentales, por lo que cualquier lector podrá sentirse identificado con las situaciones que se narran y con los personajes, que están perfectamente definidos.

El ritmo es muy pausado, intimista, se detiene en un paisaje o una mirada, y a veces nos parece escuchar una bonita música de violines entre viñeta y viñeta. El estilo de dibujo es clásico y detallista, muy apropiado para una historia evocadora y nostálgica, donde las caras dejan ver los sentimientos que hay detrás de los personajes.

No hay comentarios: