Tras haberse hecho amigas (muy amigas, y con derecho a todo tipo de roces) en el primer tomo, Dorothy, Wendy y Alicia acaban de contarse, por turnos, sus historias, a la vez que exploran el hotel y sus alrededores (y a sí mismas) antes de que la inminente Guerra Mundial las alcance, acabando con el placer y la diversión.
Siempre en capítulos de ocho páginas, en una estructura cerrada y perfecta muy del gusto de Alan Moore, se abordan casi todas las variantes del sexo de forma explícita, pero con tal elegancia que consigue dignificar un género como el pornográfico, que siempre arrastra tan mala fama. Parte de esa elegancia se la debemos a Melinda Gebbie, una artista que, como ya dije, no me entusiasma, pero reconozco que sabe adaptarse muy bien a los guiones de su marido y firma un trabajo más que correcto.
Por cierto, en París pude ver la edición que han hecho los franceses, en un solo tomo de 50 euros. Aquí salen a 66 los tres tomos con la cajita, y aunque es copia de la edición original, en este caso mi bolsillo hubiera agradecido que se imitara la edición francesa.
1 comentario:
Excellent posting and beautiful picturrs.
Congratulations!!!!
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