jueves, 16 de mayo de 2013

Mal Papel #2

Bueeeno, pues ya ha pasado casi un añito desde la última entrada. Lo siento, sé que estábais esperando impacientes y casi sin uñas la publicación de -pausa dramática- ¡el número 2 del fanzine! Pues ya está. Hasta el año que viene.

martes, 5 de junio de 2012

Mal Papel #1


Ha sido un parto largo y doloroso, pero ya está en el mundo el número 1 de Mal Papel, el fanzine. Espero que os guste, al menos que no os disguste mucho. Y muy pronto (ejem, relativamente) el número 2.



miércoles, 23 de mayo de 2012

La historia de tu vida


Qué gran descubrimiento este Ted Chiang. Su nombre lo he visto a menudo acompañando al de Greg Egan, pues parece ser que entre los dos están renovando la ciencia ficción actual. A Egan ya lo tengo en mi lista de futuras lecturas, y este libro de Chiang me ha encantado.

Aunque los ocho cuentos me han parecido brillantes, me ha gustado especialmente el último, titulado ¿Te gusta lo que ves? (un documental), en el que se especula con la posibilidad, mediante una intervención en el cerebro, de anular nuestra capacidad de captar el atractivo físico de los demás, de manera que la belleza o la fealdad no condicionen a la hora de ser más popular, de conseguir un trabajo, una pareja, etc. Está narrado en forma de documental, sucediéndose los testimonios a favor y en contra de implantarse el “anulador” ese, y el lector lo tiene muy difícil para posicionarse.

El Infierno es la ausencia de Dios es otro que tampoco se olvida fácilmente. La premisa es que Dios existe, sin lugar a dudas, y sus ángeles se manifiestan en la Tierra. Aún así, los humanos seguimos tan perdidos como siempre…

Setenta y dos letras está ambientado en el Londres victoriano, con sólo un añadido: la magia de la Cábala “funciona”, y los científicos pueden animar golems.

La Torre de Babilonia también es ciencia ficción retro, tan retro como que se desarrolla durante la construcción de la mítica torre de Babel.

Comprende, un impresionante duelo de cerebros, que se plantea: ¿hasta qué punto se puede aumentar la inteligencia?

Estos son mis favoritos, pero todo el libro es bueno, si os gusta el género es recomendabilísimo. Y si no también.

jueves, 8 de marzo de 2012

Los mitos de Cthulu

Apenas había leído nada de H.P. Lovecraft, y además recordaba una lectura un tanto "espesa". Sin embargo quería volver a intentarlo, y ésta me pareció una buena oportunidad, ya que en estos cómics el texto, aunque reducido respecto al original, es abundante y permite hacerse una idea aproximada de la prosa del de Providence, una prosa que no he encontrado esta vez tan espesa, sólo muy descriptiva. Lovecraft tiende un puente entre la escritura "clásica" de Poe y la incipiente literatura pulp que daría lugar a gran parte de la cultura popular de hoy, dioses primigenios incluidos.

Conocía mejor el trabajo de Alberto Breccia, sin duda uno de los grandes dibujantes de cómic del siglo XX. Y también pintor, algo que se nota mucho aquí, donde emplea una increíble cantidad de técnicas: fotocopias, tramas, collage… para poner en imágenes las alucinantes descripciones de Lovecraft. En sus propias palabras:

"Fue casi como un reto: quería averiguar si sería capaz de dibujar lo que Lovecraft describía. No sé si lo he conseguido, pero puedo asegurar que durante los casi tres años que he tardado en realizar este trabajo he vivido completamente inmerso en su mundo".

Yo creo que sí lo ha conseguido. Ya había comentado aquí, pero muy de pasada, que me leí otras adaptaciones literarias de Breccia, en aquél caso adaptando a escritores latinoamericanos (Borges, Onetti, Rulfo…) con la ayuda de Juan Sasturain en los textos. En Los mitos de Cthulu, salvo el primer relato, adaptado por el propio dibujante, del resto se encargó su yerno Norberto Buscaglia.

En fin: Lovecraft y Breccia, cada uno en su campo, dos grandes artistas del siglo XX que dejaron una enorme huella a seguir por los que vinieron (y vendrán) detrás. Además de un extraordinario cómic, tengo la sensación de poseer un "objeto artístico-cultural" que dice mucho de la cultura y el arte del siglo pasado. Ah, sí, y perfectamente editado por Sinsentido.

lunes, 14 de noviembre de 2011

La extraña historia de la isla Panorama

De Suehiro Maruo me habían dejado el primer tomo de La sonrisa del vampiro, y aunque me había gustado mucho no llegué a leer el segundo. Tengo que remediar eso, porque después de La extraña historia de la isla Panorama tengo ganas de leerme todo lo que pueda de Maruo, un gran dibujante de estilo hiperdetallista y con querencia por lo grotesco.

Hay que decir que esta obra, aunque inquietante, no es tan brutal como otras suyas, así que puede ser una buena iniciación al autor, que en este caso adapta una novela de los años 20 escrita por su compatriota Edogawa Ranpo (seudónimo que homenajea a Edgar Allan Poe, así lo pronuncian ellos), un autor de novelas de misterio.

Cuántas veces nos hemos preguntado: ¿qué haría si me volviese millonario de repente? ¿qué sueños querría cumplir? El protagonista de éste manga lo tiene muy claro, y además lo consigue: de escritorzuelo arruinado se convierte (con malas artes, ¿cómo si no?) en un rico empresario, y consigue realizar su sueño: construir una especie de parque de atracciones para adultos, donde la belleza rodea a los visitantes y todo está permitido.

La primera mitad es un thriller con gran tensión psicológica, y la segunda un paseo visual por la fabulosa utopía construida en la isla Panorama, un canto al hedonismo plagado de jardines y estatuas, con múltiples referencias a obras de arte de todas las épocas, muchas de las cuales podéis ver en este artículo de Entrecomics (que recomiendo fervientemente a quien vaya a leer esta obra).

Por ponerle alguna pega, quizá el final sea demasiado precipitado, pero la verdad es que no me importa, incluso le va bien al tono pulp de la historia.

miércoles, 5 de octubre de 2011

martes, 6 de septiembre de 2011

Economía

Por desgracia, Domiciano era vanidoso y despótico, y pensaba que nadie era tan inteligente como él. No conozco la razón, pero éste parece un rasgo común a todos los ministros de finanzas.

Gore Vidal, Juliano el apóstata