Año 50 antes de Cristo, toda la Galia está ocupada. ¿Toda? Pues si, toda… pero no fue fácil. Qué ganas de volver a leer Astérix después de este libro con el que está tan relacionado. Y qué bien me lo estoy pasando con los clásicos, me maravilla pensar que desde estos textos nos habla el auténtico Julio César, el personaje histórico… es una pena que se hayan perdido otros escritos suyos, entre ellos un tratado sobre el juego de los dados (¡!).
En estos Comentarios, compuestos a partir de los informes remitidos al Senado para dar cuenta de sus campañas en las Galias, César procura dejarse bien a sí mismo (ya dicen que la Historia la escriben los vencedores) y aumentar así su prestigio en Roma, justificar sus batallas, pedir más tropas, etc. Lo que viene siendo usar la guerra como estrategia política, algo que no ha cambiado mucho con los siglos.
Y si no puede quedar en buen lugar, desvía elegantemente la atención, como en el libro VI, donde a falta de progresos en la guerra aprovecha para describir las costumbres bárbaras de galos y germanos, algo que debió fascinar a los "civilizados" romanos de la época, y nos fascina más aún a los lectores de hoy en día.
La crónica abarca nueve años de guerra en los que asistimos a largos asedios, alianzas (muy inestables) con algunas tribus galas, incursiones en Britania, alardes de estrategia militar y política, y también mucha violencia: una de las frases más repetidas es "e hicieron muchas muertes", cuando las legiones arrollan a los pueblos vencidos. Cito de la introducción:
"se ha calculado que, de una población que rondaría los diez millones de habitantes, un millón fue exterminado y otro vendido como esclavo, la destrucción y el saqueo arrasaron la totalidad del territorio y fue tal la cantidad de oro que afluyó a Roma que el precio del metal se depreció en una cuarta parte."
2 comentarios:
Jo, si sigo leyendote voy acabar estresandome más de lo que ya lo estoy. Y eso que ando de vacaciones. Pero si a la desprorcionada pila de tebeos que ya había planeado leer, ahora tengo que sumarle los clásicos griegos y romanos, te juro que me da algo. Y me temo que sí, que tengo que sumarselos, porque estás consiguiendo con tus reseñas que me muera de la envidia.
Un saludo lleno de rencor.
Jeje, lo siento mucho, pero ya me la has devuelto con creces colgando en tu blog esa foto de la ministra de la Vogue... ¡el horror!
Que pases buenas y desestresadas vacaciones.
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