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-El fantasma de Canterville. Un tradicional fantasma inglés se enfrenta a una moderna familia norteamericana. Es una divertida parodia de los cuentos de fantasmas, y se nota su influencia en muchas obras posteriores, por ejemplo la película Beetlejuice.
-El crimen de Lord Arthur Saville. Un joven de la alta sociedad se deja embaucar por un adivino para cometer un crimen. Pero no le resultará fácil…
-El retrato de Mr. W. H. ¿Dedicó Shakespeare sus Sonetos a un joven efebo del que estaba prendado? Esta teoría literaria es investigada por el protagonista hasta la obsesión.
-El príncipe feliz y El ruiseñor y la rosa. Son dos cuentos más breves, de estilo clásico, con estatuas y animales parlantes, casi cuentos infantiles a pesar de sus trágicos finales.
1 comentario:
Beetlejuice... ¿es bitelchús? ¿El Bitelchús de rayas a lo cebra?
No he leído a Wilde, pero sí que tiene pinta, sí, de estar tan de actualidad como hace un siglo.
A ver si paso esta racha de libros-desfase y vuelvo con los clásicos, que todavía tengo demasiadas deudas con la literatura universal.
Un placer amigarle en el blog.
Saludos.
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