Aunque había leído mucho y bueno sobre Gipi, no me animaba a comprar nada suyo, pero por suerte me he encontrado en la Biblioteca Pública este Apuntes para una historia de guerra, y digo por suerte porque me ha encantado.
La guerra (ojo con los spoilers, aunque intento evitarlos) ha estallado, y tres jóvenes amigos se buscan la vida con pequeños trapicheos. En el transcurso de uno de ellos conocen a Félix, un mafioso a pequeña escala para el que empiezan a hacer trabajos. Se mudan a la ciudad, y las cosas parecen irles bien, pero pronto descubrirán que todo tiene un precio, y su amistad se verá puesta a prueba.
Esta amistad adolescente es uno de los temas centrales, junto a la violencia, que aunque nunca llega a mostrarse explícitamente, impregna la atmósfera de cada viñeta. No sólo por el trasfondo de la guerra: aunque las referencias a ella son constantes, sólo al final cobra verdadera importancia; la propia vida de los personajes es una guerra, y cada uno con sus armas y sus estrategias, mejores o peores, luchan en un entorno hostil contra los altibajos de la suerte.
Es destacable la profundidad psicológica de la que Gipi dota a sus personajes, tres chicos prematuramente desengañados de la vida: el Killercito es el líder de la banda, un tipo duro y ambicioso que encuentra en Félix esa figura paterna que había perdido; Christian es el más ingenuo, el más noble y fiel con sus amigos; Giuliano es el narrador de la historia, sus amigos le recuerdan que es diferente, y él lo sabe, pero se resiste a admitirlo.
El dibujo es precioso e inquietante, los rostros son muy expresivos y los cielos… me encantan los cielos que pinta Gipi. Un último detalle: el tratamiento de los sonidos y las onomatopeyas es de lo más conseguido que yo he visto en un tebeo. No, visto no, lo he escuchado realmente. Gran tebeo.
La guerra (ojo con los spoilers, aunque intento evitarlos) ha estallado, y tres jóvenes amigos se buscan la vida con pequeños trapicheos. En el transcurso de uno de ellos conocen a Félix, un mafioso a pequeña escala para el que empiezan a hacer trabajos. Se mudan a la ciudad, y las cosas parecen irles bien, pero pronto descubrirán que todo tiene un precio, y su amistad se verá puesta a prueba.
Esta amistad adolescente es uno de los temas centrales, junto a la violencia, que aunque nunca llega a mostrarse explícitamente, impregna la atmósfera de cada viñeta. No sólo por el trasfondo de la guerra: aunque las referencias a ella son constantes, sólo al final cobra verdadera importancia; la propia vida de los personajes es una guerra, y cada uno con sus armas y sus estrategias, mejores o peores, luchan en un entorno hostil contra los altibajos de la suerte.
Es destacable la profundidad psicológica de la que Gipi dota a sus personajes, tres chicos prematuramente desengañados de la vida: el Killercito es el líder de la banda, un tipo duro y ambicioso que encuentra en Félix esa figura paterna que había perdido; Christian es el más ingenuo, el más noble y fiel con sus amigos; Giuliano es el narrador de la historia, sus amigos le recuerdan que es diferente, y él lo sabe, pero se resiste a admitirlo.
El dibujo es precioso e inquietante, los rostros son muy expresivos y los cielos… me encantan los cielos que pinta Gipi. Un último detalle: el tratamiento de los sonidos y las onomatopeyas es de lo más conseguido que yo he visto en un tebeo. No, visto no, lo he escuchado realmente. Gran tebeo.
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