miércoles, 19 de mayo de 2010

El ángel triste

A finales de los 80 yo era un adolescente aficionado al cine español. Y es que si una noche te encontrabas una peli española en la tele había muchas posibilidades de vislumbrar alguna teta furtiva, y en aquellos años… si, ya lo sé, pero qué queréis, las hormonas… no me miréis así…

El caso es que una de esas noches, gracias a mi "afición" descubrí una película española cuyo argumento se me quedó grabado: su título era Bajo en nicotina (Raúl Artigot, 1983) y la protagonizaba un joven Oscar Ladoire. El personaje de Ladoire vivía solo en un apartamento, y su mayor placer era prepararse una taza de leche con miel para disfrutar en soledad y en vídeo de algún clásico del cine… hasta que las discusiones a gritos de los vecinos empiezan a molestarle, y decide resolverlo por la vía rápida… No recuerdo mucho más, pero sí que empaticé con ese protagonista al que no le dejan disfrutar de su soledad.

Aunque he buscado por ahí, no he conseguido la película, pero sí el libro en que está basada: El ángel triste, de Carlos Pérez Merinero, y ha sido una grata sorpresa. Es cortita y se lee de un tirón, está narrada en primera persona usando un lenguaje coloquial y unos diálogos afilados, muy de serie negra, que mantienen la atención del lector hasta el final, un final que por desgracia no está a la altura del resto del libro.

No conocía de nada a este escritor de novela negra, profesor universitario, guionista y desde hace poco director de cine, aunque su relación con el celuloide viene de antiguo: de El ángel triste existe otra adaptación, Bueno y tierno como un ángel (J.M. Blanco, 1988), y suyo es el cuento en que se basa Best Seller (Carlos Pérez Ferré, 1996), otra peli que disfruté mucho, con el gran Karra Elejalde. También colaboró en el guión de Amantes, de Vicente Aranda, y en 1997 debutó como director con Rincones del Paraíso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lamentablemente tengo que comunicarte que Carlos Pérez Merinero, nuetro amigo Carlos, falleció el pasado 29 de Enero del 2012 a la edad de 61 años. Es muy bonito y elogioso el comentario que has hecho de él y de su novela El Ángel Triste. Tienes que leer su novela anteior, Días de Guardar y La mano armada, ejemplos de su prosa caústica, graciosa, indecente y grosera.
Estaría bien que se reeditasen estas novelas, ya que, a pesar del ninguneo oficial y de la losa de silencio que siempre ha pesado sobre este autor, la Historia de la Novela Negra Patria(HNNP) y de la Literatura Popular (HLP) colocará el nombre de Carlos Pérez Merinero en el lugar que siempre le han escamoteado.
Vaya País de monjas sordomudas donde sólo existe aquello que sacan en el couché dominical...
Un abrazo.

Redwine dijo...

Si, me enteré por un artículo de Rafael Reig. Qué pena. Sí que leeré más libros suyos, en las viejas ediciones de Bruguera mientras no llegan (tarde) esas reediciones.
Y de acuerdo en lo poco valorados que están algunos autores, sobre todo pensando en lo sobrevalorados que están otros. Pero en fin...
Un abrazo