miércoles, 7 de marzo de 2007

Los Mitos Griegos, 1

Hace unos meses que pretendo poner algo de orden en mis caóticas y desmemoriadas lecturas (éste blog nace como parte de esa pretensión). Para ello he diseñado un ambicioso programa que me embarcará en un recorrido más o menos cronológico y ordenado por diversas obras clásicas: la Ilíada, la Odisea, La Divina Comedia… que ya iba siendo hora de leerlas. Posiblemente esta tarea me ocupe el resto de mi vida (no quiero estresarme, iré alternando con otras cosas más ligeritas), y empezaré, cómo no, por los griegos. Así que para iniciarme, me estoy leyendo éste libro de Robert Graves, Los Mitos Griegos.

Se trata de un diccionario de mitos, que no están ordenados alfabéticamente, sino estableciendo una cierta “cronología”. Así, las primeras entradas corresponden a mitos sobre la creación del mundo, siguiendo con la castración de Urano, los dioses olímpicos analizados uno a uno, semidioses, héroes, leyendas… hasta un total de aproximadamente 200 entradas. Es fascinante contemplar cómo se van trenzando los mitos a través de los siglos, mitos sobre las que se ha edificado toda nuestra cultura occidental. Pero, ojo, no es el típico libro que se lee “como una novela”, es una obra teórica y exhaustiva, y si uno no sabe nada de Mitología, puede hacerse duro empezar desde aquí. Yo (que apenas sé nada de Mitología ni de nada) lo estoy leyendo muy despacio, y creo que tendrá más utilidad como libro de consulta cuando empiece en serio a leer literatura griega antigua.

Cada entrada consta de dos partes, que pueden durar entre dos y cinco páginas de media. En los primeros apartados (a, b, c…) se narra el mito, por ejemplo:

a. Apolo mató a la serpiente Pitón en Delfos.

El segundo bloque (1, 2, 3…) explica la versión de Graves del origen del mito:

1. Se refiere a la invasión aquea de Creta, tomando el templo de la diosa y dedicándolo al culto de Apolo.

Todo esto perlado de referencias cruzadas a otros capítulos, muy útiles.
De momento (aún voy por la página 145 de mil y pico), lo que considero más resaltable es que Graves explica muchos de éstos mitos como una manera de ejemplificar el (traumático) paso del matriarcado al patriarcado. La Diosa (triple Diosa: joven, ninfa y vieja) fue sustituida por Hera, Ártemis, Afrodita… y los dioses masculinos representan al consorte de la reina, que en algún punto de la historia se negó a ser sacrificado tras cumplir su misión fecundadora. Las posturas acabaron por conciliarse en el Olimpo, un órgano paritario (6 dioses y 6 diosas). Si es que está todo inventado…

Algunas de las teorías de Graves, sobre todo su tendencia a asociarlo todo a la Triple Diosa, han sido muy criticadas, se dice que ha retorcido los hechos para adecuarlos a sus teorías. De hecho, éste libro se complementa con otro llamado La Diosa Blanca, en el que abunda en esta teoría. De cualquier forma, si no nos lo creemos podemos obviar los comentarios hacia la Diosa sin que el libro pierda rigor. En mi caso, he optado por fiarme de la teoría, basándome en que es realmente “bonita”.
Algunos datos que me están llamando la atención:

-La influencia en la formación de estos mitos de la amanita muscaria y otros hongos psicoactivos, que consumían sacerdotes e iniciados (en Eleusis, por ejemplo). Esto si que me lo creo, además estoy complementando esa visión con la que hace Antonio Escohotado en su Historia de las Drogas.
-Lo avanzado de la cultura cretense, anterior a la griega.
-Una antigua danza ritual, a la pata coja, o cojeando: el baile de la perdiz (¿precedente del baile del pato de Chuck Berry?)
-La noche de bodas entre Hera y Zeus duró 300 años.
-Afrodita significa “nacida de la espuma”.
-… y muchas otras cosas que comentaré otro día.

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