viernes, 22 de junio de 2007

Desaceleración


Desnudo bajando una escalera (1912) - Marcel Duchamp


Yo era puro nervio, lo hacía todo rápido, hablaba, caminaba, iba y venía a toda prisa, comía sin masticar, bebía a grandes tragos, hacía una cosa y ya estaba pensando en la siguiente, con ansia, siempre apurado, de aquí para allá, pim-pam, pim-pam, era muy estresante, y la rapidez no siempre es buena, en el sexo, por ejemplo, ya me entendéis, mi novia se hartó de mí, me dejó, y cuando lo hizo toqué fondo, me metí en malos vicios, alcohol, drogas, me pasaba mucho, hasta que sufrí un infarto y decidí cambiar de hábitos, me iba la vida en ello. Fui a un médico chino, un hostiópata de esos. Me inyectó baba de caracol y no sé que otras sustancias, yo no tenía mucha fe en la medicina natural, pero lo cierto es que pareció funcionar. Aprendí a tomarme la vida con más calma, a valorar mi tiempo y disfrutar de los pequeños detalles de la vida como la sonrisa de un niño o el aroma de una flor o la tranquilidad de un domingo por la tarde… qué se yo, tantas cosas que me estaba perdiendo… Puede parecer extraño, pero aquello… aquello fue realmente un punto de inflexión en mi vida y ha supuesto una transformación tan profunda… a nivel físico, pero sobre todo a nivel mental… Me he detenido a reflexionar sobre mí mismo, sobre el sentido de mis acciones… he comprendido que sólo dejando de actuar conseguiré que… que mi huella sobre el mundo sea… lo más imperceptible que pueda, ahora sólo… contemplo pasar las cosas… veo… fluir los acontecimientos… delante de mí… cada vez… más… des… pa…