Esta obra de Keko está siendo elogiada como lo mejor que ha dejado la “industria” nacional del tebeo el pasado año, y lo cierto es que hace abundantes méritos para ello.
El dibujo es opresivo, entre sucio y elegante, dando protagonismo a las tramas, mezclando la estética años cincuenta con el underground y el surrealismo.
Como en un juego de muñecas rusas, unas historias se contienen a otras en una estructura que cobra sentido conforme vamos avanzando en la lectura (y más, en una segunda lectura).
Por supuesto, su tono onírico se presta a múltiples interpretaciones. Estas son las mías.
-Agenda resume de alguna manera el paisaje que vamos a contemplar durante el resto del libro: personajes a medio camino entre la dulce estética de los años cincuenta americanos y el teatro del absurdo, reflexiones sobre el poder, el arte y las relaciones humanas.
-Loverboy avanza un paso más y profundiza en el tema de las relaciones, tanto sentimentales como las que unen a los creadores con los receptores de su obra.
-Ya no me cuentas nada es una historia más “convencional” narrativamente hablando. Nuevamente el arte y sus receptores, personajes que sufren por ser diferentes y por su incapacidad para ser felices.
-Deserted house es la pieza más poética y más impresionante gráficamente, apenas tiene diálogos, pero el dibujo es para perderse en él muchas veces.
-El perfil requerido nos habla del poder y sus exigencias, en un tono absurdo que acaba por ser muy inquietante.
-Cerrado por vacaciones da unidad al conjunto, cerrando el círculo de forma impecable, y con un interesante uso de distintos narradores.
2 comentarios:
Halo!
Gran trabajo. Gracias por hacerlo.
Para mi es un gusto hacerlo, gracias a ti por leerlo. Bienvenido.
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