El fotógrafo Didier Lefèvre narra su historia acompañando a un grupo de Médicos Sin Fronteras al Afganistán en guerra de los años 80 (poco habrá cambiado el país, por desgracia). Allí aprende las costumbres de la zona, relacionándose con su nuevo entorno, fotografiando a pastores, aldeanos, occidentales… y recorriendo el país (el más bonito del mundo, le dicen sus compañeros) en una caravana, atravesando montañas y pasando privaciones, siempre con el miedo a un ataque o a que alguno de los afganos que los acompañan se vuelva loco y les dispare. Pero aún en situaciones de peligro, Lefèvre tiene siempre a mano su cámara, lo fotografía todo, y además reflexiona sobre su profesión y sobre cómo quitar una foto “realmente buena”.
El dibujo de Guibert y el color de Lemercier acompañan a la perfección la narración y las fotos de Lefèvre, complementándose sin estorbar, creando un “todo armónico”.
Una obra magnífica de la que está a punto de salir su tercer y último tomo coincidiendo con el Saló de Barcelona.
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