miércoles, 4 de abril de 2007

La Mala Gente

Un día os hablaré de lo mucho que me gustan las bibliotecas, benditos oasis de calma y silencio (salvo la zona infantil, claro) para nuestra agitada vida. En los últimos tiempos se les ha intentado hacer un lavado de cara, con películas en alquiler, Internet, cómics para adultos… para acercarlas más al público, y parecía funcionar. Pero cuando por fin las bibliotecas empiezan a tener un buen catálogo de cómics, llega el temido canon de la UE, que puede hacer peligrar los presupuestos para adquisición de nuevo material, ¿adivináis de dónde van a recortar gastos? Olvidémonos de ver novedades (o al menos publicaciones recientes) como este La Mala Gente, de Etienne Davodeau. En fin, supongo que en aras del interés general conviene tener a las masas aborregadas y limitar su acceso a la cultura, qué vamos a hacerle… por si acaso, dejo un enlace contra éste enésimo atropello, y, ya puestos, otro contra “el otro canon”.

Pero a lo que iba: La Mala Gente es un tebeo que no me llamaba demasiado la atención, pese a sus premios y a sus buenas críticas, sólo me animé cuando lo encontré en la biblioteca, y tras leerlo, mis sospechas se confirmaron: Davodeau entrevista a sus padres y nos cuenta su vida en una región del centro de Francia, intercalada con escenas de la propia entrevista y la elaboración del cómic. Así, hace un repaso documental por la historia de Francia desde el final de la guerra, centrándose en los militantes de la izquierda católica y moderada y de las diversas asociaciones de trabajadores por las que pasaron sus padres. Pero el autor no hace nada por hacernos interesante la historia, es absolutamente fiel al relato de sus padres, y sus padres son muy aburridos, tanto su vida como su forma de narrarla, con lo cual me da la impresión de que este cómic le puede gustar a Davodeau y a su familia, o a algún paisano de la región en que se desarrolla la historia, pero a mi me ha dejado frío, o peor, ni frío ni calor.

Quizá al no ser francés… Alguien debería animarse a hacer algo similar en España, donde la historia de la izquierda ha sido bastante más movida. Al menos nuestros sempiternos dos bandos animarían el cotarro discutiendo que si en mi pueblo no fue así, que si ya están los rojos falseando la historia, que si ha sido la ETA, etc.

No hay comentarios: