viernes, 9 de noviembre de 2007

Los combates cotidianos, 1

Marco, fotógrafo de guerra, atraviesa una época de cambios: ha abandonado su trabajo, su casa en la ciudad y a su psicoanalista; ahora vive en el campo con su gato como única compañía, aunque no tardará en hacer nuevas amistades y alguna enemistad. Marco es un treintañero con muchos tics propios de su edad: miedo al compromiso, desencanto hacia la política, roces con sus padres…

Este primer tomo de la serie Los combates cotidianos, de Manu Larcenet, se llevó el premio al mejor álbum en el Salón de Angoulême de 2004. Es un cómic... muy francés (pelín gafapasta), tirando a autobiográfico, que me ha recordado a los también generacionales Monsieur Jean de Dupuy y Berberian, o al Lapinot de Trondheim. Aunque tal vez sea pronto para juzgar; intentaré leer los números siguientes. Lo que más he disfrutado ha sido el dibujo, sencillo pero efectivo, con un uso del color muy acertado, especialmente en los paisajes campestres.


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