El cordobés Andrés G. Leiva nos narra algunos de los más famosos episodios de la vida de Juana de Arco, hasta su juicio y condena. El guión podría haber ido más allá: se centra en lo anecdótico sin ahondar mucho en las complejidades del personaje; además algunos mecanismos me chirrían, como el “sistema” que emplean para tomar Orleáns, o la elección como narrador del perro de Juana.
Por otro lado, el dibujo es excelente y tiene una gran fuerza expresiva; la textura es como de ceras de las que usábamos en el cole, lo que unido al uso de colores chillones le da un cierto toque naif que no siempre es el más apropiado. En mi opinión hubiera debido contenerse más o restringir las gamas, los amarillos y fucsias saturan demasiado, si bien se van apagando conforme llegamos al desenlace. Aún así, el apartado gráfico es espectacular.
Por otro lado, el dibujo es excelente y tiene una gran fuerza expresiva; la textura es como de ceras de las que usábamos en el cole, lo que unido al uso de colores chillones le da un cierto toque naif que no siempre es el más apropiado. En mi opinión hubiera debido contenerse más o restringir las gamas, los amarillos y fucsias saturan demasiado, si bien se van apagando conforme llegamos al desenlace. Aún así, el apartado gráfico es espectacular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario